Desde estas líneas, no podíamos pasar la oportunidad de felicitar
a la Hermandad del Stmo. Cristo de la Caridad por su IV centenario. A
continuación haremos un pequeño recordatorio de aquel día inolvidable y del que
estamos seguros que será un día muy señalado tanto para la propia Cofradía como
para la Semana Santa de nuestra ciudad.
Un quince de septiembre, eran las 18:30 horas cuando, con la máxima
puntualidad como en los toros, se abría el portón del Guardapasos; a partir de
ese momento puedo dar fe de que las emociones ya no estaban controladas por nosotros
mismo y muy raro era el que no se le pusiesen los pelos de punta al ver tras
una gran nube de incienso y entre cuatro ciriales plateados se podía apreciar la
cara del Señor de la Caridad andando de frente, sobrio y sobre los treinta
cinco corazones de los legionarios del Perchel.
Desde de la salida, el acompañamiento musical corría a cargo
de la banda de cornetas y tambores de Ntra. Sra. del Prado-la Pasión y cuando pasaban
ya unos minutos de las 20:30 horas se producía unos de los momentos más
importantes, musicalmente hablando, de esta procesión extraordinaria. La banda de cornetas y tambores de Presentación al Pueblo de Dos Hermanas (Sevilla) se
situaba detrás del paso del Cristo de la Caridad para comenzar la que era la
primera actuación de esta banda. Tal fue la expectación que tuvo la procesión que
en la Plaza de Santiago, donde se incorporó dicha banda, había un gentío que no
cabía ni un alfiler. En este mismo lugar se incorporaron las distintas cofradías
que quisieron acompañar a la imagen del Señor en un día tan señalado.
Pasadas las 00:00
horas era el punto en el que comenzaba el regreso de la Hermandad hacia el Guardapasos.
Se volvieron a vivir momentos escalofriantes cuando se le veía venir al Señor
con los sones de su banda, la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva. La
verdad es que fue como si de un diccionario cofrade abierto se tratase. Los
sonidos eran suficientes para comprender aquel momento: se escuchaba un “Izquierda
alante, derecha atrás” bajo el susurro del esparto de las zapatillas y los sones
totalmente afinados de la marcha del Cristo de la Caridad.
Desde aquí queremos agradecer, tanto al Comité del IV
Centenario, como a la Junta de Gobierno de la Hermandad, como a todos aquellos
cofrades que hicieron de un día normal del calendario, un día para la historia
de la Semana Santa de Ciudad Real.
Enhorabuena de corazón, porque Cuatrocientos años solo se
cumplen una vez en la vida.
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