Esta vez me van a perdonar pero
no voy a hablar de ninguna hermandad; hoy vengo a escribir mis sentimientos
horas antes de tener la que es la primera igualá del año.
Y es que con esta igualá doy
comienzo a lo que tanto me gusta y espero a lo largo de todo un año, porque
quiere decir que esto ya está aquí, que las parihuelas ya están preparadas y que
los ensayos no tardarán en empezar. Después de todo un año vuelvo a empezar a
vivir lo soñado, a vivir el sueño de cualquier costalero.
Mañana volveré a reencontrarme
con grandes amigos, grandes hermanos y grandes costaleros… Gracias Madre de
Dios por permitirme ocupar ese sitio tan privilegiado bajo tu manto rodeado de
todos ellos, mis “compañeros de fatigas”.
Convencido estoy que lo que ahora
comienza con tanta ilusión culminará el Sábado Santo una vez ya dentro de San
Pedro, cuando un gran amigo que es quien nos va guiando diga “ahí quedó” y de
mis ojos brotarán lágrimas de alegría porque todo habrá salido bien; en ese momento
empezaremos la cuenta atrás hasta que llegue lo que hoy comienza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario